Caro Quintero contra la DEA
El 23 de julio, algunos periódicos titularon con un alarmante: “The Washington Post desmintió versión de AMLO: grupo secreto de la DEA llevó a la captura de Caro Quintero”. Algo así como que la DEA envió a sus hombres por el narcotraficante señalado.
Sin embargo, al leer la versión en inglés del periódico estadounidense, las cosas cambian drásticamente. El artículo se titula “Dentro de la larga y tensa búsqueda para recuperar al narcotraficante mexicano Caro Quintero”.
Los párrafos más apropiados para entender el tema son los siguientes:
“Hasta su captura la semana pasada, Caro Quintero, de 69 años, era el hombre más buscado por la DEA, acusado de matar al agente de la DEA Kiki Camarena en 1985 y luego de reanudar su carrera en el tráfico de drogas después de que un tecnicismo lo liberara de una prisión mexicana en 2013.
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“Públicamente, ambos países han presentado su aprehensión como una reñida victoria en la guerra contra el narcotráfico y la impunidad. Pero la búsqueda para arrestar a Caro Quintero fue, de hecho, uno de los objetivos más irritantes de Estados Unidos en México durante casi una década, una brecha entre las dos naciones que parecía no desaparecer nunca.
“Jesús Ramírez, el vocero del presidente Andrés Manuel López Obrador, rechaza tales acusaciones. ‘Hemos actuado con mucha firmeza contra los cárteles de la droga’, dijo esta semana, al señalar la captura en 2020 del jefe del cártel de Santa Rosa de Lima y otros arrestos. ‘Pero no queremos operaciones bélicas que dañen nuestras regiones’.
“Las autoridades estadounidenses dicen que hace mucho tiempo identificaron dónde vivía Caro Quintero en la zona rural de Sinaloa, a solo unas pocas millas de una base militar mexicana en un pueblo que dirigía como un feudo. Se movía en motocicleta y cuatrimoto, custodiado por equipos de seguridad que rotaban cada semana.
“La DEA había convertido a algunos de los familiares de Caro Quintero en informantes, dijo un ex alto funcionario estadounidense, e incluso sabía qué caminos de terracería tomaba para visitar a sus novias.
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“Sin embargo, cuando Caro Quintero fue capturado el 15 de julio, López Obrador afirmó que la operación fue planeada y ejecutada en su totalidad por México. Los miembros actuales y anteriores de la RCQ Task Force lo llamaron absurdo, diciendo que habían estado proporcionando información de inteligencia a la marina y al ejército mexicanos durante nueve años. Estos miembros de los grupos de trabajo, junto con otros funcionarios, hablaron bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad de la misión”. Fin de cita.
Algo está ocurriendo porque los periódicos que eran afines a la causa de Palacio Nacional, ahora no solo están dando trompicones, sino que interpretan a su contentillo lo que publican los diarios estadounidenses.
Eso, o no saben traducir el inglés debidamente.
Como sea, el caso ahí está: la DEA cobró una afrenta de décadas, en territorio mexicano y, el gobierno federal se tardó nueve años en hacerlo en un evento coincidente con la visita de López Obrador a Joseph Biden.
Ante la evidencia, ni cómo hacerle.
Alito Moreno y su amparo
Duró nueve semanas el culebrón entre Alejandro Moreno Cárdenas y los intereses detrás de Layda Sansores, en compañía de distintos personajes del gobierno de Campeche.
Por el momento, un amparo promovido por Moreno Cárdenas ante un juzgado federal, frenó el trabajo semanal de Sansores, enfocado a debilitarlo lo más posible.
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Sansores retiró de sus redes sociales el catálogo de audios de tres semanas que había generado un enorme ruido respecto al aún dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sumando lo escuchado, Moreno no solo se consideraba a sí mismo como un personaje inmensamente poderoso, sino extraviado en sus medios y sus fines.
Es evidente que el audio más reciente en el que el priista señalaba que media docena de periodistas con influencia nacional eran sus amigos, fue proporcional a la burla que uno de ellos le propinó al llamarle “brother” y desmentirlo.
Por supuesto, es pacata minuta en la mente de Andrés Manuel López Obrador que alguien divulgue con puntualidad semanal, audios claramente enviados desde alguna oficina de Inteligencia Federal, sin temor a ser sancionado por ello.
En lo que todos los especialistas coinciden es que el amparo de Moreno Cárdenas es apenas un respiro para su actividad política.
Es indudable que los audios seguirán apareciendo, ya no desde las oficinas de Layda Sansores, sino desde distintas redes sociales a través de cuentas cuyos propietarios serán invisibles, buscando el mismo efecto aniquilatorio.
Como diría el clásico, Moreno Cárdenas ya es un muerto viviente.
Los priistas tienen mucho que reflexionar con sus procesos electorales para efectos de su dirigencia.
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De las anécdotas que se cuentan
La profesora Delfina Gómez dejará en unas cuantas semanas la titularidad de la Secretaría de Educación Pública federal (SEP) para ir avanzando, camino a la candidatura de MORENA hacia la gubernatura del Estado de México, en 2023.
No suena descabellada, considerando que Claudia Sheinbaum está haciendo lo propio, aceptando enroques suyos y otros que le envían desde Palacio Nacional, para placearla por todo el país y con ello enfilarla hacia la candidatura presidencial.
La lógica de Andrés Manuel López Obrador es sencilla: promover por la mayor cantidad de tiempo posible a sus candidatos, para que al menos sean razonablemente conocidos por los electores, adelantándose a cualquier competidor de la oposición.
Por supuesto, cabe pensar si medio billón de pesos en recursos vinculados a temas asistenciales en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) no ayudarán de algo en el posicionamiento de candidatos que por sí mismos, carecen de fuerza alguna.
Delfina Gómez se encontrará con el senador Higinio Martínez.
Dicen los que saben que profesora de primaria deja una huella invisible en la titularidad de la SEP. Pasó de noche su gestión, en una acción que más bien pareciera como de encargada de despacho y no como lideresa de la educación a nivel federal.
El escaso trabajo que Gómez hizo se lo debe al SNTE y a otros grupos de interés que se aplicaron para intentar ayudarla a salvar los platos. Y no más.
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Con semejantes méritos, el Estado de México ya se puede dar una clara idea de lo que le espera si Gómez llega a la gubernatura.
A lo lejos, José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet miran al absurdo de una gestión anodina.
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*ARD
